"Todos los budas, todos los patriarcas,
cuando obtienen la verdadera Vía, siempre, inequívocamente, visten el kesa.
Comprenderéis, por tanto, que los méritos del kesa sean los más respetados, los
más elevados ".
"¿Qué religión, qué escuela ha transmitido el
verdadero kesa del Buda Shakyamuni? Sólo los monjes Zen han podido reencontrar
el verdadero kesa. De modo que, cuando se tiene delante, se le debe respetar y
venerar. Incluso si abandonamos nuestra vida infinita, inconmensurable como el
número de granos de arena del Ganges, o si incluso abandonamos nuestro cuerpo,
debemos hacer una señal de veneración, proteger el kesa, ponerlo sobre nuestra cabeza
y respetarlo desde lo más íntimo de nuestra alma".
Dōgen escribió
en una ocasión: "Zazén, en sí mismo,
es Buda". Sin embargo, a veces es muy humilde y también escribe:
"Estoy muy lejos de la tierra del
Buda, del espíritu del Buda". Pero incluso viviendo en un país alejado
del de Buda, el Buda no rechaza a nadie y nada impide que nosotros podamos
reencontrar el verdadero dharma, el Shōbogenzō. Cada día hay que hacer zazén,
celebrar las ceremonias, proteger el kesa. Cada mañana hay que ponérselo sobre
la cabeza y venerarlo. Este mérito es grande y aporta felicidad. También
debemos tener una profunda gratitud con este tipo de actitud. Por primera vez
en Europa he introducido los méritos del kesa. Esto es aún más importante que
Dōgen lo llevara de China a Japón ya que, en aquella época, muchos monjes ya
llevaban el kesa. Dōgen respetaba verdaderamente, profundamente, el kesa.
Antes de que
yo en Europa, nadie ha hablado del kesa. Me acuerdo de que cuando llegué a
Francia, me preguntaban siempre: "¿Qué
es esto? ¿Una bolsa de mendigo?". "No, no es un saco, no se puede poner nada dentro". En la
historia religiosa, esta introducción del kesa en Europa es un gran
acontecimiento.
**
Comprender la importancia del kesa
En el
transcurso de la historia del budismo, tanto del Hinayana como del Mahayana,
todos los maestros, todos los grandes monjes, terminaron por abandonar su
cometido para dedicarse a dar conferencias, y escribir y traducir sutras. Pero
actuar así no es la actitud más elevada. Al final, sin embargo, se pusieron a
estudiar el auténtico kesa transmitido y abandonaron sus antiguos kesas erróneos
para vestirse con el verdadero Dharma, lo único importante.
A menudo, a los
europeos les es muy difícil comprender el kesa. ¿Porque el kesa? ¿Es un
formalismo? El maestro Dōgen explica en Kesa
Kudoku (1) por qué kesa y zazén son la verdadera religión. Sin kesa, zazén
no es un camino de vida espiritual. Es sólo un método de salud, como el yoga.
Las personas
de pocas convicciones no creen necesario el kesa. Pero para los que buscan la
Vía, los que tienen aspiraciones más elevadas y la Vía, el kesa tiene un gran
valor. Llevando el kesa y haciendo zazén se puede obtener inconscientemente,
naturalmente, automáticamente, un gran mérito, la verdadera Vía.
Kesa, en
sánscrito kāsayā, significa color indefinido.
No se trata de un color claro, ni ninguno de los tres colores primordiales:
rojo, amarillo o azul. Es un color oscurecido, mezclado, del que no se pueden
medir unos límites.
Kāsayā: color ilimitado. Musō fuku den e:
el vestido ilimitado.
La forma del
kesa también es ilimitada. Se pueden coser kesas de cinco, siete, nueve, trece,
quince y más bandas. Yo tengo uno de veinticinco bandas, y es posible coser de
más de cien bandas. Forma, cantidad, calidad, color del kesa, son infinitos. Su
color existe, pero es infinito. El aspecto del kesa existe, pero a la vez no
existe.
El nombre del
Buda Amida (2) significa "vida infinita", así es la traducción de su kanji. Pero la verdadera significación
es la de hishiryo, más allá del pensamiento,
de los límites, de las medidas. Namu
Amida (3): Namu significa creer,
creer en hishiryo. Creer en zazén o
en Amida es la misma fe.
Musō, no medible; Amida, hishiryo,
imposible de medir, infinito y eterno: Buda Amida, buda de la vida eterna.
Fuku den e: fuku,
fortuna, suerte; den, campo; y,
hábito. Los campos proveen de arroz, la hierba nutre las vacas. Es infinito. El
alimento llega siempre. Si vestís o coséis el kesa os llegarán grandes méritos.
**
Kesa. Zazén
El vestido del
Buda es el kesa, el Dharma del Buda, zazén, y ambos son unidad. E, kesa; ho, Dharma. Debemos hacer zazén vistiendo el kesa. Así es el
verdadero zazén perfecto.
"Sólo los verdaderos patriarcas de la
transmisión, los verdaderos maestros pueden legar este kesa".
Los otros no
lo conocen y no lo comprenden. Las personas que comprenden el Zen por los
libros, o los que hacen Zazén de mañana hasta la noche, si no visten el
verdadero kesa, no son auténticos. Dōgen lo escribió muy exactamente. Y yo
repito siempre: "kesa, kesa ..."
Los que llevan
el kesa, especialmente los que lo cosen, son personas verdaderamente puras,
verdaderos discípulos. Estar concentrado en el kesa, en el zazén y en las
respectivas responsabilidades de ayuda al maestro, éste es el verdadero dharma,
el Shōbogenzō.
Cuando Kodo
Sawaki (4) hablaba del Shōbogenzō
(5), comenzaba siempre por el capítulo del Kesa
Kudoku, que él consideraba más importante que el Genjo Koan o el Bendowa.
**
Los méritos del kesa
Nagyaharajuna
(6) fue el más gran maestro de la historia del budismo, y uno de los inspiradores
del budismo Mahayana, pero al final de su vida quemó todos sus libros y todo lo
que había estudiado a través de los sutras, y se consagró únicamente al estudio
del kesa. Dōgen también se concentró en el kesa.
El estudio del
kesa es, pues, muy importante. Coser y practicar con las manos se hace más
profundo que hablar.
En la vida, la
satisfacción por los méritos sociales hace crecer los deseos. Pero por lo que
se refiere al kesa, no es en absoluto lo mismo. No es una ropa que vaya a la
moda. Cuando uno se pone un vestido bonito tiene ganas de salir a la calle a
lucirlo. Y aunque la belleza de esta persona no tenga nada de particular, esto
se deja de lado y se hay ganas de exhibirse. Pero en el dojo hay que vestirse
con un hábito negro y no con un vestido rojo o de color extravagante. Es la
historia del gran campo de la plenitud. Un pequeño grano que se adentra en un
campo y que hace aparecer miles de caminos. Los méritos del kesa son mil veces
más importantes que una ropa de moda que sólo hace crecer los deseos. Si os vestís
con el kesa o el rakusu, inconscientemente, naturalmente, automáticamente, los
deseos y el mal karma disminuyen. Hacer esto propicia un retorno a la condición
normal y cercena el karma.
Todo el mundo
puede vestir el kesa, no está reservado únicamente a los monjes. Incluso lo
puede llevar un laico o el practicante de otra religión que no haya recibido la
ordenación budista. Hay diferentes tipos de kesa. El monje Zen debe tener tres:
uno de cinco bandas, uno de siete y otro de nueve bandas. Pero como en la
actualidad llevar el gran kesa es difícil, hay también el pequeño kesa, el
rakusu, que goza de los mismos méritos.
Llevando el
kesa podéis reflejar y ver vuestra propia imagen. Sus formas se convierten en justas.
En el dojo, yo observo a menudo el comportamiento de los que llevan un gran
kesa. Se manifiestan mejor que los demás. Incluso aquellos que llevan rakusu.
Algunos monjes debutantes no tienen en absoluto bellas maneras, pero el hecho de
vestir cada mañana el gran kesa transforma su comportamiento. Su postura en Zazén
se vuelve más firme.
Cuando se
viste el gran kesa, la dignidad, la belleza, se manifiestan. Que haga frío o
calor, el espíritu de la Vía, de la Bodhi, deviene más fuerte. No es ningún
formalismo, sino que tiene un sentido bien profundo. Llevando o cosiendo el
kesa aparecen méritos infinitos y cambia el karma. Esta filosofía es aún más
profunda que la del mantra del Hannya Shingyō (7).
**
"Si deseáis firmemente seguir las trazas de
los viejos budas, tenéis que alegraros profundamente de tener a vuestro alcance
el verdadero kesa y la transmisión. Incluso después de cien millones de años, y
aún mucho más tiempo allá, en el futuro, este verdadero kesa quedará
auténticamente transmitido. Este es el verdadero Dharma de Buda. Entonces, unos
méritos infinitos se manifestarán sin falta ".
Seguir,
caminar sobre las huellas del Buda significa buscar la Vía con actitud mushotoku, sin beneficio. Este es el
secreto del budismo. La naturaleza del Buda es mushotoku, sin intención, sin provecho.
En los
negocios, en la vida social, a veces es necesario obtener un beneficio. Pero en
el Zen, el espíritu debe mantenerse mushotoku.
Cuando se viste el kesa, en ese mismo instante, el espíritu se convierte mushotoku, inconscientemente,
naturalmente, automáticamente. Y los méritos que se derivan se perpetúan en el
futuro, eternamente.
"Cuando se mezcla agua a la leche hay una
diferencia. Los dos componentes no son idénticos. Pero si se trata de una
mezcla de leche con agua, es mejor beber eso que sólo agua. Cierto que esa
leche no es consistente, pero es mejor que sólo agua. No obstante, si se quiere
beber este tipo de leche, en lugar de aquella no utilicéis ni laca ni sake
".
Esta larga
frase de Dōgen es una metáfora muy interesante. La leche representa la
verdadera transmisión. Por ejemplo, cosiendo el kesa, si has cometido un
pequeño error, un punto del través, si has comprendido el verdadero método de
tenerlo, cortarlo o coserlo, no es algo grave.
Si un
discípulo ha sido educado por un verdadero maestro de la transmisión, cuando
incluso se equivoca un poco, es mejor que otras personas. Dōgen dice:
"El verdadero maestro que transmite el
verdadero kesa es el sucesor auténtico que ha recibido directamente el
verdadero kesa transmitido. No se le puede comparar con otros maestros, o de
otras sectas religiosas. Incluso si comete un error, si tiene el verdadero
kesa, es completamente un maestro auténtico. El kesa es el que decide
finalmente la autenticidad del maestro ".
Ciertamente,
si se ha recibido el kesa de otro maestro, incluso erróneo, ciertamente
aparecerá un mérito muy profundo. Sin embargo, no puede ser comparado con el
que es transmitido por un verdadero maestro de la transmisión. El kesa de la
transmisión, desde el Buda Shakyamuni y todos los patriarcas, aporta un mérito
universal inmenso.
Los verdaderos
discípulos del Buda deben vestir el verdadero kesa, y si no lo hacen no son
verdaderos discípulos. Algunos pretenden que "el kesa no es demasiado
importante, es complicado de llevar, en absoluto práctico", y que
"sólo con zazén basta ... no tengo necesidad de llevarlo".
Ciertamente, se puede hacer zazén sin llevar el kesa, pero si deseáis convertiros
en mi verdadero discípulo, es necesario tener un verdadero kesa.
Dōgen no
empleaba la palabra "satori" sino el kanji sho. To ku sho: llegar al
lugar que no puede ser expresado con el lenguaje, por la boca. Esta es la
esencia del satori. Es mushotoku, lo que no puede ser atrapado.
No vale la pena desear el satori.
Inconscientemente, naturalmente, automáticamente, se puede obtener. Hacer zazén
vestir el kesa, esto es el satori.
**
La transmisión del kesa
Los méritos
del kesa están contenidos en el texto del Kesa
Kudoku del maestro Dōgen, aunque el Shōbogenzō
contiene dos capítulos dedicados al kesa: Kesa
Kudoku, "Los méritos del Kesa", y Den'e, "La Transmisión del Kesa". Ambos vienen a decir
casi lo mismo, ya que sólo varían en algunas palabras.
"De buda a buda, de patriarca a patriarca, se
ha perpetuado la auténtica transmisión del Dharma. En China, la verdadera
transmisión proviene únicamente de Bodhidharma, que vivió en el Monte Suzan (8)
".
Sólo
Bodhidharma aportó la transmisión de la India a China mediante el kesa, el
verdadero hábito. Muchos monjes transportaron en esta ruta estatuas, sutras,
libros ... pero sólo Bodhidharma transmitió el kesa.
Los sutras
explican que el Buda Shakyamuni dio a Mahakashyapa su primer verdadero kesa, y
que este kesa fue transmitido hasta Bodhidharma. ¿Es esto cierto
históricamente? Poco importa. Sea como sea, Bodhidharma fue el vigésimo octavo
patriarca después de Shakyamuni.
"De maestro auténtico a discípulo auténtico,
de maestro a maestro, de patriarca a patriarca, Bodhidharma fue el vigésimo
octavo sucesor. Fue a China y se convirtió en el primer patriarca de la
transmisión. Luego, en China, la transmisión se efectuó durante cinco
generaciones hasta Eno, Daikan Eno (9), que fue el sexto patriarca chino y el
treinta y tres de toda la genealogía ".
Eno fue al
Monte Obai, que dirigía el maestro Konin (10). Vivían numerosos monjes. Eno no
recibió la ordenación, sino que se convirtió en cocinero. Resultó que el
maestro Konin quería dar la transmisión (11) y pidió a sus discípulos que
escribieran unos versos. Jinshu (12), el discípulo más avanzado y más
inteligente de todos, escribió:
El cuerpo es el árbol de la Bodhi.
El espíritu es un reluciente espejo.
Hay que quitar el polvo sin cesar
para no dejar que se deposite el polvo en él.
Jinshu lo
escribió en la entrada del dojo. Era el mejor de todos los poemas. Eno, que no
sabía leer ni escribir, volvió a la cocina y le pidió a un amigo que se lo
leyera. Eno no se mostró en absoluto impresionado, sino que dijo: "Esto es
erróneo, no es el verdadero Zen. Nunca el maestro ha enseñado nada así. Escribe
esto ":
No hay árbol de la Bodhi
ni tampoco espejo reluciente,
todo es fundamentalmente ku.
¿Dónde se depositará el polvo, entonces?
El maestro Konin
quedó sorprendido al ver estos versos, y pensó: "Verdaderamente, sólo Eno ha comprendido mi Zen". El maestro
fue entonces a la cocina donde Eno aprestaba apilando y blanqueando el arroz.
"¿Has terminado tu trabajo?".
"El arroz está completamente blanco
y no queda más que repasarlo", respondió Eno.
Entonces, el
maestro Konin golpeó la piedra donde se apilaba el arroz, indicando así que Eno
tenía que ir en secreto a su cuarto. Y a medianoche, le dio su kesa y sus
cuencos. "Lo has comprendido
perfectamente. Te doy el siho, tú eres mi discípulo y tú debes continuar la
transmisión. Pero tienes que huir ya que, desde que se ha conocido la novedad,
seguramente tienes enemigos".
Se fueron
juntos. El maestro Konin le recomendó a Eno que fuera hacia el país del sur
(13), y lo acompañó hasta el barco antes de retirarse él en las montañas. Eno
atravesó el río y vivió en un pueblo de pescadores.
Se cuentan
muchas historias sobre esta fuga. Hubo un mondo
(14) muy célebre con un general que le perseguía a caballo, Eno depositó su
kesa y sus cuencos sobre una roca y el general no lo pudo tomar porque pesaban
mucho. Eno vivió escondido durante algunos años, y posteriormente recibió la
ordenación en el templo de Horin-ji, el Monte Sokei (15). Eno, pues, recibió el
siho antes que la ordenación. Después
vivió en aquel templo del Monte Sokei.
Dōgen, en el Shōbogenzō,
sigue así:
"A medianoche, Eno recibió la transmisión de
este kesa del Dharma que él guardó a lo largo de toda su vida. Hasta nuestros
días, este kesa ha estado en el templo de Horin-ji, del Monte Sokei, donde fue
puesto sobre una estela y venerado. Después, una o dos veces al año, varios
emperadores chinos pidieron llevar el kesa en su palacio. Se celebraba una gran
ceremonia y hacían sampai ante el kesa. Lo veneraban como un tesoro nacional. Los
emperadores Chuso, Shukuso y Daishu (16) le respetaron particularmente. Cuando
transportaban el kesa a palacio, o a la inversa, enviaban un mensajero
especial, y ese día, día santo, tenía lugar una gran ceremonia. Un día el
emperador Daishu anunció a todo el país: "Voy a enviar un gran general,
Ryusakey, al templo, y de este kesa hago un tesoro nacional. Que en este templo
lo pongan ceremoniosamente sobre una estela y que numerosos y verdaderos monjes
Zen lo guarden solemnemente y protejan con gran cuidado ".
**
¿Cuál es el
objeto de fe en el Zen? ¿La estatua de Buda? No. Nosotros debemos creer en zazén.
Zazén, en sí mismo, es objeto de fe.
Hay que creer
en el infinito, en el cosmos. Pero es difícil. En cambio, el kesa, como objeto
de fe, es muy práctico. El kesa es el vestido infinito, el mejor, el más noble,
el más respetable, el más hermoso.
Dōgen
escribió: "Este vestido es ilimitado".
Pero lo esencial no es aferrarse a nada. Entonces, sin apegos, el peor de los
vestidos se convierte en el más elevado. Cuando se le viste, los peores bonnō (17), nuestro peor karma, desaparecen mediante Zazén y ocurre el Buda más
grande, el espíritu más elevado.
En el Shōbogenzō,
Dōgen escribió:
"Allá donde se ha extendido la influencia de
la enseñanza de Buda, en los tres mil mundos, por todas partes, existe el kesa.
Y este kesa es transmitido de buda a buda mediante menju ".
Menju significa cara a cara. Enseñar directamente cara a cara.
Comprender el
Zen a través de los discursos o por los libros no es en absoluto eficaz. Menju es necesario. El maestro observa
el discípulo de pies a cabeza. Es menju.
Durante kin hin se practica también menju. Yo no os observo únicamente para
corregir vuestra postura, sino también para percibir qué os ha pasado hoy.
Siguiendo el aspecto de vuestro rostro comprendo vuestro espíritu.
Inmediatamente yo podría dar el siho.
Sin menju, el verdadero Zen no
existe.
Durante la ceremonia
de ordenación, mediante menju yo doy el
kesa o el rakusu. Sólo por menju, la
transmisión se cumple de buda a buda.
Asimismo,
Dōgen también escribió:
"Incluso los que han recibido la enseñanza
sin el verdadero kesa transmitido, el genuino Dharma del Tathāgata nunca está
desprovisto de mérito, por lo que por miles o, mejor dicho, por miríadas de
millones de años, sus beneficios serán grandes y extensos.
Sin embargo, el verdadero kesa transmitido no
puede ser comparado con el que no ha sido legado directamente, íntimamente.
Por lo tanto, si tanto la gente común como la de
rango elevado lo son por el hecho de recibir y proteger o no el kesa, es necesario
que les sea pasada la genuina transmisión, la que los budas y los patriarcas
transmitieron ".
**
Los poderes del kesa
Durante dos
mil quinientos años, desde la época de Buda, todos han llevado el kesa y lo han
protegido.
"Incluso los que están rasurados, si no
visten el verdadero kesa no son verdaderos monjes, ya que no creen en la
necesidad de preservar el kesa. No saben nada del kesa. Es muy lamentable. Pero
si comprendéis la forma, el color, la cantidad y la calidad del kesa, si conocéis
el kesa, y si lo lleváis, os llegarán méritos infinitos ".
Tenéis que creer
en zazén, tener fe en vuestro propio zazén. Pero vuestros problemas personales os
inducen al error. El kesa es zazén y al revés. No hay dualidad. Si hacéis zazén
y creéis en el kesa, podréis convertiros en libres y dichosos.
El kesa no es
algo misterios. La fe es importante.
"Desde tiempos antiguos, el kesa ha sido denominado
"la ropa del desapego". Cuando una persona viste el kesa, los
sufrimientos surgidos de los bonnō, del karma, desaparecen ".
Vistiendo el
kesa se puede acabar con los sufrimientos surgidos de los bonnō y del
karma. El karma comienza desde mu myo,
que significa también “no-claro”, “oscuro”. Similar a como se manifiesta un
embarazo, en que durante nueve meses la evolución genética sigue su curso desde
la animalidad hasta el bebé humano. El bebé no puede vivir solo, sus padres le
son necesarios. Tiene necesidad de un periodo de educación y, progresivamente,
con la búsqueda de alimento en el pecho de la madre, se desarrolla la
conciencia personal. Toma el pecho izquierdo o derecho. Y si le es retirado, se
enoja. Nace el egoísmo. Más tarde, el niño toma conciencia de las cosas
materiales, del dinero. Se forma el hipotálamo y aparece la verdadera conciencia
personal, se crea el karma. Existe, ciertamente una influencia hereditaria, del
entorno, pero todo se desarrolla a partir de la animalidad de cada individuo.
Muy jóvenes, los niños sienten el deseo sexual. Algunos empiezan a los seis o a
los once años. Después, el cerebro frontal se desarrolla. El saber se intelectualiza
durante la formación de la conciencia personal. Se interesa por los beneficios,
los negocios, las ciencias, el arte, la fisiología, la filosofía. Pero las
personas inteligentes despiertan en la búsqueda de la Vía. Aparece el espíritu
universal, el verdadero sentido espiritual.
Pero la mayor
parte de las religiones son erróneas. Extáticas, misteriosas, en la búsqueda de
un satori, pero de ninguna manera mushotoku. No se dirigen más que a la
autosatisfacción. Entonces no es posible encontrar la verdadera sabiduría Hannya. Muy pocas personas de este
planeta practican zazén y despiertan mediante la conciencia hishiryo y el espíritu mushotoku. La verdadera conciencia
cósmica se manifiesta inconscientemente, naturalmente, automáticamente por el
poder del kesa.
**
Un único hilo de kesa
"Si un dragón obtiene un hilo de un kesa
puede recibir ayuda e, incluso, librarse del garuda (18). Si una vaca toca un
pequeño fragmento de kesa, todos sus pecados desaparecerán y en la próxima vida
podrá renacer bajo la forma de ser humano ".
El dragón está
considerado como el rey de los animales. Nada le atemoriza, sólo el garuda,
pero sólo que obtenga un único hilo de kesa se puede librar de él. El garuda es
un inmenso pájaro que, cuando baja del cielo, oscurece el océano con su sombra,
y quiere comerse al dragón gracias a un pico capaz de hundirse hasta lo más
profundo de las aguas. El dragón, que le tiene un gran miedo, pidió una vez
ayuda al Buda para toda la familia de dragones. El Buda le dio entonces un kesa
y el rey de los dragones respondió: "nuestra
familia la integran muchos dragones, y un solo kesa no es suficiente".
"Este kesa es un kesa infinito
-respondió el Buda-. Incluso os
protegería un único hilo dado a cada uno de vosotros".
Son metáforas.
En la época moderna yo escribiría: "si
tenéis un kesa o un rakusu, podéis cortar vuestros bonnō,
vuestro karma, y ser preservados de cualquier accidente". Por ejemplo: en coche, en avión,
en cualquier parte, si creéis en el kesa, estáis protegidos. Yo he tenido
muchas veces esa experiencia.
Cuando fui a
la guerra en un barco en dirección a Indonesia, durante cincuenta días navegué
en una nave cargada de dinamita. Kodo Sawaki me había dado su rakusu, que yo todavía
tengo. De cincuenta barcos, cuarenta y nueve fueron hundidos, sólo llegó mi
nave. Muchos de mis amigos murieron en ese viaje, y sólo yo volví a Japón sano
y salvo. Yo creo profundamente en el rakusu. Otra vez, mi barco se hundió cerca
de una isla. Pero yo me había puesto mi rakusu debajo de la camisa. Esto me
ayudó completamente, protegido. Cuando los monjes viajan deben llevar siempre
tres kesas, es un precepto.
**
Creer en la esencia del maestro
Los sutras
dicen: "Yo no soy perfecto ni completo.
No es posible ser perfecto. El discípulo debe creer en la esencia del maestro,
en aquel que busca". El Buda Shakyamuni, dando el siho a Mahakashyapa, le pidió creer en el kesa. Uno se muere, pero
la enseñanza se transmite. El kesa existe, no es como una estatua del Buda.
Nunca el Buda Shakyamuni pidió respetar su imagen, aunque si hacéis sampai ante su estatua, raihai, tiene una profunda
significación. En realidad, durante la ceremonia, yo no me prosterno por la estatua,
sino que hago sampai por todos los
budas vivientes que están dentro de este dojo y que acaban de finalizar zazén.
Haciendo raihai, todos, discípulos y
maestro, nuestro propio Yo y el del otro, se armonizan y se convierten en
unidad.
El kesa en sí
no es material. Es el símbolo de la Vía, de la verdad cósmica. Pero cada uno es
diferente, el cerebro de cada uno es diverso. Yo pienso que la verdad que
vosotros buscáis no es la misma en cada persona.
El verdadero
maestro, la verdadera enseñanza, son necesarios. Si vosotros os convertís en
mis discípulos, debéis comprender el satori
que no puede ser expresado por el lenguaje. No se trata sólo de comprender sino
de realizar, de practicar la Vía en la vida cotidiana.
¡En la época
moderna no se practica a menudo más que por la boca! Debéis actuar según la
verdadera enseñanza que no puede ser expresada por el lenguaje. Esto es el satori. Practicar lo invisible, lo que
es imposible de explicar en palabras. Es zazén, el significado del kesa. A
través de zazén, a través del kesa.
**
Seguir la verdadera enseñanza
"El verdadero Zen del Buda comenzó en la
India. Todos los antiguos maestros y patriarcas, todos, dejaron atrás sus
propias opiniones, su visión limitada por los prejuicios sociales o un sentir general,
y siguieron la verdadera enseñanza transmitida".
Yo he recibido
el maravilloso método transmitido del kesa de mi maestro Kodo Sawaki.
Seguramente que para cortar y coserlo yo no soy muy hábil, pero he enseñado
exactamente el método auténtico. Es algo extraño... no conozco el francés, pero
he transmitido completamente el verdadero Zen. Así es el Zen: seguir
exactamente, sin ninguna duda. Los que tienen dudas creadas por un fuerte Yo se
equivocan. Quieren decorar, cambiar la forma tradicional de poner la ligadura,
o piensan que esta enseñanza es errónea o caduca y que hay que corregirla. Un
verdadero rakusu no lleva anillas.
No hay que
cambiar ni la forma, ni el color, ni la manera tradicional de coser el kesa. Si
deseáis coser el kesa, seguid la enseñanza del verdadero maestro de manera
precisa. Explicándolo sólo verbalmente podría haber errores, pero yo os he
pasado el verdadero libro transmitido. El mundo del Buda no es limitado, sino
infinito.
"La enseñanza del budismo Hinayana y Mahayana
y sus prácticas son a menudo imposibles de comprender por el buen sentido
social. En China, algunas sectas búdicas no siguieron el verdadero kesa indio
transmitido, lo cambiaron según su propia opinión y crearon así un nuevo
estilo. Pensaron: este kesa es verdadero y más práctico que el kesa transmitido
".
Es un error.
Cambiar las ligaduras o hacer decoraciones con la ayuda de anillos no es la
manera justa. Dōgen era muy estricto en lo que se refiere a las reglas del
kesa. Si deseáis estudiar el Zen y practicar, proteged el verdadero kesa
transmitido, no hay que deformarlo siguiendo la moda actual.
¿Qué es el
verdadero kesa transmitido?
"De Bodhidharma a Eno, de patriarca a
patriarca, fue transmitido exactamente de maestro a discípulo, sin
interrupción, incluso durante el espacio de una generación; el verdadero kesa
fue transmitido con el siho. Es el
hilo del Zen. No es un simple vestido. El kesa en sí mismo es zazén y al revés.
Zazén y kesa están en unidad. Los kesas que siguieron la nueva moda en la época
de Tao-Hsian (19) no son el verdadero kesa transmitido, incluidos los
confeccionados con un anillo".
En China,
según las sectas, el kesa cambió. La secta Ritsu no hizo más que seguir los
preceptos fundados por Dosen, en la dinastía Tang. Esta enseñanza fue
transmitida a Japón por el maestro Ganjin (20) en el año 754. Ganjin era ciego
... y el kesa que él vestía no era el verdadero. Esta secta transformó el
verdadero kesa. Dōgen lo criticó. También el kesa de los monjes japoneses se ha
complicado desde que Ritsu cometió aquellos errores. En Japón, el Shingon sigue
este tipo de kesa. Pero los verdaderos monjes lo abandonaron para seguir el
verdadero kesa transmitido desde Buda.
**
El kesa original
"Transmitido de buda a buda, de patriarca a
patriarca, sus méritos aparecerán sin duda. Este kesa transmitido sigue
exactamente hoy. Incluso si el kesa del Buda, dado a Mahakashyapa y luego a
Ananda, hoy no existe materialmente, los discípulos de Ananda los hicieron
idénticos y respetaron el color, forma y calidad con exactitud".
Hasta Eno, el
kesa del Buda fue transmitido directamente pasando por Bodhidharma y el maestro
Daiman Konin (21). Fue guardado e incluso protegido por los emperadores. Pero
poco a poco se fue deshilachando, cayendo a pedazos, y finalmente desapareció
hecho polvo. Cuando yo fui a Eihei-ji, vi una caja que llevaba escrito Fuyo do kan: contenía el kesa que el
maestro Nyojō transmitió al maestro Dōgen y que llevó a Japón.
En el interior, sin embargo, no había más que algunos rastros de aquel kesa. No
estaba vacío, pero estaba totalmente reducido a añicos. Después de novecientos
años, el kesa original había desaparecido completamente. Pero otra caja
contenía kesas idénticos, hechos según la transmisión. Esto ocurre incluso en
las células de nuestro cuerpo. Cambian sin parar. Cada año nuestro cuerpo se
transforma. Sus células originales no son las mismas, y cada año se convierten en
distintas. Mientras tanto, nuestro Yo existe y cambia todo el tiempo.
**
El kesa, hábito de eternidad
Dōgen
escribió:
"El verdadero kesa de la transmisión existe
aquí y ahora, y todos juntos lo preservamos. El kesa de Buda y de Bodhidharma
es transmitido durante el siho y se
le protege de manera exacta. Este es el verdadero maestro. Si se quiere hacer
un kesa, se deben seguir las verdaderas reglas de la transmisión, por el color,
el tamaño, la calidad. Tenemos que seguir el método transmitido por todos los
maestros, los sabios, los bodhisattvas, los dioses, y los dioses dragones
".
Después Dōgen
escribió una frase muy célebre que yo caligrafiado a menudo en el dorso de los
rakusus:
"Hemos nacido durante la misión del presente
dharma. Y también tenemos la ocasión de cubrir nuestro cuerpo con este
auténtico kesa. Incluso si lo llevamos ni que sea únicamente por un momento, o
tan sólo lo tocamos, aparecen grandes méritos o nacerán en un futuro. También
este auténtico kesa de la transmisión es un amuleto, un talismán absoluto en sí
mismo. Es el más gran satori, el más
elevado de todos”.
En Japón hay
muchos tipos de amuletos o talismanes: pequeñas estatuas de Buda, sobres que se
venden en los templos conteniendo un mantra... las personas se protegen con la
ayuda de estos talismanes, llevándolos encima, en una bolsita, o colgando de
retrovisor del coche. Pero como dice Dōgen, el kesa es el más grande, el
infinito, el absoluto talismán para proteger el cuerpo y el espíritu. Es el
hábito de la eternidad.
**
Kesa y sabiduría heredada del pasado
He aquí una
frase de Dōgen de forma muy antigua:
"Del mismo modo que se tiñe un vestido, la
tinta de una frase o de un poema sobre el Zen se convierte semilla de
iluminación eterna (mugeko) para el
cuerpo y para el espíritu". (22)
Estas palabras
sobre el Zen hacen referencia a una gran sabiduría, al mayor satori, a la verdad más elevada.
Incluso, cuando alcanzamos un dharma o una buena acción, se transforma entonces
en una semilla de iluminación eterna y se convierte finalmente en la más alta
verdad, el satori más elevado.
"El espíritu y la conciencia aparecen y
desaparecen en un instante. Es musho ju,
no estancarse, no retrasarse. Pero, por supuesto, los méritos de nuestra
práctica son grandes raíces que suben, y los méritos aparecerán".
El kesa no es
ni un método, ni una técnica, ni un útil. No es un medio, ni una ausencia de
medio, ni ninguna cosa que exista o que viva, ni algo que no exista ni que no
viva.
En la época de
Dōgen, en China o en Japón se podía vestir el kesa. En Europa, sólo mis
discípulos pueden llevar el kesa. En China, en la época moderna (23) no es
posible.
"Llevar el kesa no está reservado a una clase
aristocrática y prohibido a los pobres, ni reservado a las personas
inteligentes y prohibido a los necios. Puede ser llevado por todos. Está más
allá y es ilimitado, no depende más que de un buen karma. Por lo tanto, demos
gracias y alegrémonos de este buen karma pasado. Y si nosotros no dudamos,
inconscientemente, naturalmente, automáticamente, virtudes y efectos excelentes
nacerán muy exactamente en el futuro ".
Debéis creer
que estos méritos aparecerán. En vuestra vida, una semilla de kesa será
plantada de esta manera. Por favor, que vuestra práctica se realice sin tregua
y que se arraigue esta semilla.
"Si alguien experimenta una contradicción o
algo que lo perturbe sobre el kesa, no lo puede recibir ni proteger. Que tenga
vergüenza y que se confiese a todos los budas y a los Tres Tesoros (Buda,
Dharma, Sangha). Seguramente en un futuro, personas de otras tierras esperarán
y desearán recibir la transmisión y la intimidad del kesa y del Dharma".
Dōgen tuvo
seguramente la intuición de que los europeos, los franceses en este caso,
recibirían la semilla del Zen. Cuando yo llegué a París, mi primera
conferencia, en la Rue Feydeau, tuvo por objeto el kesa. Algunos se quedaron
bastante impresionados y han continuado practicando zazén hasta hoy en día. No
se trata de que aquello fuera un milagro, sino que es el resultado de un buen
pasado, de un buen karma heredado.
"Seguramente, las personas de otras tierras
si no pueden recibir la transmisión del kesa, sin lugar a dudas se sentirán
avergonzadas, estarán tristes y se lamentarán. Felizmente, muy felizmente,
nosotros hemos podido reencontrar la verdadera transmisión del kesa y del zazén,
desde el Buda Shakyamuni y de patriarca a patriarca. Esto ha llevado a la
pujanza y la virtud de los grandes méritos de Hannya, la sabiduría heredada del pasado ".
Es muy
importante, incluso con un buen karma heredado: si no practicáis Zazén no podréis
vestir ni proteger el kesa.
"Todos los budas y patriarcas veneraron el
kesa con total respeto. Creyeron completamente en él y lo respetaron
completamente. Ante el verdadero kesa transmitido todos hicieron sampai. Así es
el verdadero bushinari"(24).
**
Los once nombres del kesa
El kesa no se
viste solo por el propio ego, sino que, por intermediación del hábito que se
viste, se influencia a los demás, pudiendo obtener así también la verdadera
felicidad. El kesa también puede ayudar contra el sufrimiento de los demás.
Para designar un kesa hay once nombres de profunda significación:
1- Cuerpo de Buda.
2- Espíritu de Buda.
3- Gedatsu Puku, vestido del satori.
4- Fukuden e, vestido de un campo dichoso.
5- Muso e, vestido sin forma, infinito.
6- Muso e, el vestido más elevado.
[Hace unos treinta años, yo llevaba una vida muy difícil.
Kodo Sawaki me dio un rakusu, el cual llevaba escrito el Dai Muryōjukyō, el Sutra de la Vida Infinita: "La verdadera ropa transmitida y maravillosa,
vosotros la podéis vestir inconscientemente, naturalmente, automáticamente".
Yo he creído verdaderamente en este rakusu y he continuado practicando zazén
pensando que seguramente en un futuro mi vida sería maravillosa. Conservo este
rakusu en mi cuarto. Es un recuerdo impresionante]
7- Ninniku y, vestido de la paciencia.
[Si se viste el kesa e, incluso, si a menudo uno
entra en cólera, ésta desaparece pronto. El kesa incita a la reflexión y la
sabiduría aparece. Si no se cree verdaderamente en el kesa, incluso practicando
zazén, uno no es realmente feliz. Incluso las personas muy honestas que
practican Zazén no pueden cambiar su karma mientras no hayan vestido el kesa.
Si lo visten, el Yo desaparece y entonces, inconscientemente, naturalmente,
automáticamente, el espíritu se dulcifica]
8- Nyorai e, vestido de Buda.
[De la protección contra todos los demonios, los
accidentes]
9- Daijin daihi e, vestido de la gran compasión.
10- Shodo e, vestido de la victoria
[Vestir el kesa significa obtener la más alta
victoria. La vida se hace más elevada que la de un ministro, un rey o un
emperador. Es la verdadera victoria espiritual]
11- A nokutara san myaku san boda, vestido del más
elevado satori.
[Idéntico al Zazén]
**
Cuando vestir el kesa
El kesa es un
símbolo de respeto, el símbolo del monje. En el Kesa Kudoku, Dōgen habla de la filosofía del kesa, después de la
manera de llevarlo, de limpiarlo, de coserlo, así como de su calidad, color y
tamaño.
Por lo que se
refiere al modo de vestirlo, dice:
"De manera general, el kesa debe pasar por
debajo del brazo derecho y por encima del hombro izquierdo. El maestro lo puede
llevar sobre los dos hombros sólo durante la ceremonia de ordenación ".
En los templos
japoneses, la regla transmitida dice que cuando un discípulo entra en la cámara
del maestro, éste debe llevar el gran kesa de siete o de nueve bandas. Y cuando
el maestro viste el kesa, el discípulo debe hacer lo mismo. Me gustaría llevar
siempre un gran kesa cuando hago zazén ¡pero entonces todos mis discípulos
deberían tener uno! Por ello, cuando sólo llevo el rakusu y no el gran kesa es
mejor para vosotros.
Los discípulos
que visten el gran kesa pueden estar sentados en la parte alta del dojo, y se
les debe ceder el lugar. Es por respeto al kesa, no al discípulo. Durante la
ceremonia, es importante que las personas vestidas con el gran kesa estén en
primera fila, más cerca del Buda, luego los que tienen rakusu, luego los de
kolomo negro y, finalmente, las personas vestidas de calle. Los discípulos
vestidos con el gran kesa deben proteger al maestro. Esta regla ha sido
transmitida hasta hoy en todos los templos Soto de Japón.
Cuando el kyosakuman debe dar el golpe de kyosaku a un discípulo que lleva el
kesa, golpea sólo su lado derecho. No se puede golpear el kesa. Si se quiere
recibir en ambos lados, previamente hay que descubrir el ángulo, el punto del
kesa que cuelga por detrás del hombro. Si la persona se olvida de hacerlo, debe
encargarse el kyosakuman. La regla
referida al kesa es muy estricta.
"Hay tres tipos de kesa básicos: el de cinco
bandas, el de siete y el de nueve. Más allá del kuko e, el kesa de nueve bandas, hay de once, trece, quince,
diecisiete, diecinueve bandas y, finalmente, los de gran clase de veintiuna,
veintitrés, y veinticinco bandas.
Pero durante
la educación, para el discípulo, con los tres primeros le basta, los demás
quedan reservados para los maestros. Durante el trabajo, el samu, o de viaje, el monje debe llevar
el de cinco bandas, el gojo e".
En la época
moderna, a menudo es más práctico llevar el rakusu. Sin embargo, si se fuma, se
bebe alcohol, se come carne, se cocina o se corta leña, o si se asiste a una
fiesta o se va al baño, hay que quitárselo. En un viaje en ruta, es posible de
guardarlo.
"Los monjes que hacen una visita a otros
religiosos o que hacen ceremonias deben llevar el kesa de siete bandas, el shichijo e. Para enseñar zazén, el
responsable del dojo o el kyosakuman
pueden ponerse el gran kesa de nueve bandas ".
Cuando se está
solo en la propia habitación se puede guardar el kesa de cinco bandas y, en
todo caso, no hay que olvidar de quitárselo para ir al baño, cocinar o por los
masajes. Si se va a un palacio o entrevistarse con un responsable político, hay
que ponerse el gran kesa de nueve bandas o más. En la época moderna, todas
estas reglas ya no son importantes. Dōgen describió el método tradicional.
Incluso en Japón los monjes no siguen estas reglas de manera exacta, pero en
algunos templos como Eihei-ji aún son muy respetadas.
"En verano, cuando hace calor, se puede
llevar el kesa de cinco bandas o rakusu. En invierno, cuando hace frío, es
posible sobreponer varios kesas. Por ejemplo, el kesa de cinco bandas, más el
de siete e, incluso, un tercero si hiciera mucho frío".
Los sutras
relatan a menudo que el Buda Shakyamuni llevaba dos kesas a la puesta de sol,
pero a media noche pedía a Ananda que fuera a buscar el gran kesa. En el
Himalaya hace mucho frío por la noche. Es posible cubrirse la cabeza con el
kesa.
Bodhidharma,
nacido en Sri Lanka, no tenía el hábito del frío hasta que llegó a China. En
los dojos europeos, la temperatura es a menudo muy elevada. Con un solo kesa
basta, por lo que es posible llevar debajo del kolomo una camisa, un chaleco o
un suéter de lana. Algunos, sin embargo, ¡llevan incluso el kolomo sobre un
abrigo!
En la India,
en la época del Buda, no se llevaba más que tres kesas. En China se introdujo
la posibilidad de poner una camisa bajo el kolomo negro, y luego el kesa. La
costumbre de la vestimenta ha cambiado, pero no el kesa.
**
Kesa y estado del espíritu
En nuestra
vida cotidiana, cuando nosotros cambiamos de entorno, nuestro espíritu se
transforma en función de la atmósfera que encontramos. Después de haber estado
en un café, si vais al dojo, vuestro espíritu no es el mismo.
Cambiar de
traje o de medio cambia el cuerpo y el espíritu. Vestir la ropa limpia
influencia a la persona. Incluso, vestir una ropa de color rojo o violeta no
afecta de la misma manera el cuerpo y el espíritu que una ropa blanca o negra.
Y al revés: si nuestro espíritu cambia, nuestro entorno se transforma. Vestir
el kesa en el dojo modifica completamente el entorno. Es algo que no se puede
explicar con palabras.
Practicando zazén,
nuestro espíritu cambia inmediatamente y reencuentra la condición normal. Si
estáis ansiosos o tenéis miedo, si entráis en el dojo y hacéis zazén el mundo
entero se convierte en diferente. A menudo nuestro espíritu está oscurecido y
cegado y se puede percibir. Pero muy exactamente, nuestro cuerpo y nuestro
espíritu cambian. Este es el mérito del kesa y de zazén. Es lo mismo que el
satori.
"En la época de Buda, para muchos la Vía les
era difícil. Pero cuando los que tenían dificultades hacían una visita al Buda,
sus cabellos caían pronto y se encontraban vestidos con el kesa ".
He aquí una
historia relatada en el Sutra del Loto: dos amigos, uno rico y el otro pobre,
bebían sake juntos. El pobre, habiendo bebido mucho, se durmió. El rico deseaba
marcharse, pero sentía que su amigo, su pobre compañero, sufría mucho.
Entonces, introdujo una piedra preciosa, un diamante, en el bolsillo del pobre,
y después se fue. Cuando el pobre se despertó, se quejó viendo que su amigo
rico ya no estaba. Aunque vagó más, pobre y sufriente. Tres años más tarde
encontró de nuevo al amigo y, entrando en cólera, le dijo: "¿Porque te has salvado tú? ¡Mi vida ha sido
muy difícil! He sufrido, y tú no me has ayudado". "¿Porque no has utilizado el diamante que
metí a tu bolsillo?", respondió el rico. "¡Ah! ¿Un diamante? ¡No lo sabía!". Registró su bolsillo y
encontró un reluciente diamante.
¿Qué significa
este koan?
El pobre
representa la persona pobre de espíritu, el rico el Buda, el diamante guardado
en su bolsillo el verdadero tesoro espiritual, el Dharma. No se puede
comprender el verdadero satori.
Siempre se yerra. Pero si se obtiene esa piedra preciosa, es posible
comprenderlo: este diamante-tesoro es de un valor inestimable.
No es ni
algodón, ni seda, ni lino. El diamante es un funzo e, un harapo, un kesa hecho con ropa desechada.
"Vestir el kesa significa: estar esclarecido
por la iluminación del Buda. Esto significa, utilizar lo que el Buda utilizó.
Transmitir directamente el espíritu de Buda significa obtener los huesos, el
tuétano, la esencia del Buda.
Estoy cubierto por el sagrado kesa del Buda
Shakyamuni. Lo he recibido por sucesión directa del Buda".
En las
oraciones de esta frase se puede reemplazar Buda por Cristo: vestir el kesa
significa estar iluminado por Cristo o por Dios. Utilizar el objeto que ellos
han utilizado. Transmitir directamente el espíritu de Dios o de Cristo. "Dios o Buda me ofrece directamente este
kesa. Yo he recibido este kesa en sucesión directa de Dios o de Cristo
". Quizás bajo esta forma los europeos lo pueden comprender más
claramente.
Se puede decir
también: "Estar esclarecido por la
iluminación cósmica, utilizar lo que el cosmos utiliza, transmitir directamente
el orden cósmico fundamental, ser cubierto por el kesa cósmico. Yo he recibido
este kesa directamente del orden cósmico". Esta última frase del Kesa Kudoku es muy célebre. Es la
conclusión de Dōgen sobre el Kesa Kudoku.
De joven me impresionó mucho leyéndola. Kodo Sawaki la escribió en uno de mis
rakusus.
**
El Funzo e
¿Qué hay que
emplear para hacer un kesa? ¿Algodón, lino, seda, lana? Para cada lugar es
diferente. Mientras sea posible, es necesario emplear lino, algodón o seda. Los
tejidos sintéticos hacen ruido dentro del dojo.
El maestro
Dōgen insiste siempre en que no hay que escoger. Para hacer el kesa, todos los
budas y los patriarcas se han servido de una ropa por la que no se sentían apegados.
funzo e: fun, "excremento"; zo,
"limpiar". En términos generales, el funzo es un kesa hecho a partir de piezas de ropa desechada, encontrada
o recogida de la basura. Esta es la calidad más elevada del kesa.
**
Dōgen habla de
diez tipos de funzo e:
1- El kesa
hecho a partir de tejidos con quemaduras.
2- Telas que
han sido mordidas por las vacas.
3- Tejidos
roídos por las ratas.
4- Telas o
sábanas que han servido para amortajar difuntos.
5- Paños que
han servido en menstruaciones de las mujeres.
6- Ropas que
se han empleado en un parto.
7- Prendas que
se encuentran los cementerios.
8- Paños
dejados en tumbas o santuarios.
9- Vestidos desechados
por los ricos, que los consideran pasados de moda.
10- Telas que
han servido en ceremonias funerarias.
Dōgen enseña
cómo utilizar estos harapos desechados y abandonados:
"Una vez recogidos, lavados y limpiados, el funzo kesa cosido con retales se convierte
entonces en el más puro de todos los kesas. Todos los budas de los tres mundos
aprecian sobremanera este kesa, y siempre lo han llevado. No solo los budas de
los tres mundos, sino todos los seres celestiales y todos los dragones lo han
transmitido, venerado y protegido con celo. En tanto que sea posible, cosed
este tipo de kesas. Practicaréis entonces la mayor virtud de la pureza. Aunque
hoy en día, en Japón, no se suelen encontrar este tipo de trapos sucios y
usados".
Dōgen en su
época ya se quejaba... ¡y en estos momentos es aún más difícil! Por tanto, en
su defecto, si deseáis confeccionar este funzo
kesa, utilizad con preferencia tejidos que os hayan dado y, si no, tomad una
tela que hayáis comprado con dinero puro, y después lo coséis siguiendo las
reglas, estrictamente. Se tiene que coser en kaeshi bari, en "punto atrás", con la mayor atención.
"El funzo
kesa es el verdadero kesa. Este no se define por la calidad del tejido -poco importa,
aunque se trate de seda, algodón, hilo de oro o de plata, o que contenga
bordados o incrustaciones-, sino que se define por la concentración que uno
pone y por la vida pura que lo ha animado y le ha dado forma durante su
confección".
A partir de
este momento no se trata de un ensamblaje de trapos, ni un hermoso vestido, ni
un objeto lujoso, sino del verdadero cuerpo de Buda, de su verdadera enseñanza,
y de su transmisión de la esencia de la Vía en los tres tiempos, pasado,
presente y futuro.
"En cuanto a los méritos, si queréis obtener
alguna instrucción, no la pidáis a los hombres ni a los monjes que no lo
conocen en toda su profundidad, sino dirigiros a un verdadero maestro o a un
verdadero patriarca, que haya recibido él mismo de su maestro la transmisión
del verdadero Dharma y del puro Zen".
**
En la
actualidad, no hay que imitar lo que dicen los sutras. No obstante, hay que
comprender el espíritu que surge, y el sentido original de funzo e. Así se obtiene un funzo
e, el más elevado de los Kesas.
No se debe
llevar ni coser un kesa por propio ego, para uno mismo, en propio provecho,
sino para la verdadera Vía, con espíritu mushotoku. Utilizad algodón, seda o
lino. No se debe seleccionar con el propio ego. Así los méritos llegan con
mucha precisión.
"Cuando se cose el kesa, no hay que cambiar
la forma tradicional de hacerlo a partir de opiniones personales o en beneficio
de uno mismo. No importa qué tejido sea el empleado para hacer un kesa. Pero
hay que seguir la verdadera transmisión, la verdadera enseñanza.
Es un error creer que el algodón es más puro que
la seda natural, o escoger sólo la seda porque es más bonita que el algodón".
En las
profundidades de las montañas del Himalaya había un gran lago, profundo,
infinito, en el que el agua era absolutamente pura. Shuna Shami lavó su kesa funzo e en ese lago y, en aquel momento,
el gran rey de los dragones, mirando hacia arriba, se mostró totalmente
admirado, respetuoso e impresionado. Sonrió haciendo caer una lluvia de balas
flores, e hizo sampai.
Así, los
peores vestidos se convierten en los kesas más respetables, los tejidos más
sucios, los más puros. De las personas más necias, de entre las que tienen
peores bonnō, los más grandes monjes. Es una filosofía muy profunda.
Zazén es shikantaza [sólo sentarse] (25). Aunque
existen varias maneras de postura de meditación, El zazén de Buda es shikantaza. Distinto, aunque idéntico. A
pesar de que los colores, los materiales, los tamaños de los kesas sean
diferentes, son funzo e, shikantaza. Que el cuerpo sea joven o
viejo, sucio o limpio, delgado o grueso, es funzo,
shikantaza. Cuando se hace zazén
ambos son parecidos. Siguiendo la verdadera Vía, sin objetivo, mushotoku, practicando sólo zazén
convierte shikantaza.
Para
confeccionar un kesa se puede emplear todo si no hay apego. Los tejidos
demasiado usados, sin embargo, no pueden ser utilizados, ni los que poseen
demasiados colores, ni los que son demasiado sucios. Para el espíritu es la
misma cosa. Siempre es la mente la que decora. Es funzo, harapos. Haciendo zazén
incluso si no estáis concentrados en mi zazén y estáis distraídos o pensáis en
otra cosa, por vuestra postura de zazén devenís shikantaza. Si unas olas aparecen en vuestro espíritu, como en un
río, se estrellan contra las rocas y se transforman en espuma bajo el claro de
luna. En zazén, los peores bonnō se convierten
en la luz de la luna. Son funzo, los harapos
del hombre.
Todo es funzo: el algodón viene de una planta,
la seda de unos insectos, el nylon del petróleo o de la madera, del carbón...
incluso un maravilloso kesa de oro o plata, o de perlas, es la realización de funzo.
Si unos
calzoncillos se convierten en un kesa, ya no son unos calzoncillos, ni unos
calzoncillos de hombre ni una combinación de mujer. En zazén no hay ni mujer,
ni hombre, ni muchacha, ni viejo, ni joven, ni prisionero, ni gobernante, ni
ministro. Es shikantaza, sólo shikantaza. Lo tenéis que comprender. Al
igual que unos calzoncillos cosidos para un kesa ya no son unos calzoncillos,
un preso que hace zazén convierte en Buda. Es funzo.
"Algunos monjes pidieron al viejo Buda (Eno,
el sexto patriarca) si cuando él recibió a la medianoche el kesa transmitido
por el maestro Konin del Monte Obai, "¿este
kesa era de algodón o de seda?". "No era ni algodón ni seda", respondió Eno".
También hay
que comprenderlo. El kesa no es de un tipo de tejido determinado, no es ni de
seda ni de algodón, sino una enseñanza muy profunda de la Vía del Buda, el
secreto absoluto. Los comentarios son muy importantes. Debe entender la
relación entre funzo e y shikantaza.
"Si se lleva un vestido o no importa qué
hábito, si se recibe la ordenación, este hábito se convierte en el kesa o el
kolomo".
Mi kolomo fue
cortado del último kimono de mi padre. Es una hermosa seda con el sello de mi
familia. Mi mujer lo cosió. De esta manera, el kimono de mi padre se convirtió en
un kesa.
Sea como sea,
el verdadero monje tiene que cortarse los cabellos, vestir el kesa y practicar zazén
después de haber recibido la ordenación. Incluso si no ha recibido la
ordenación, si lleváis un rakusu es lo mismo. Kodo Sawaki repetía siempre que
vestir el gran kesa, hacer zazén y afeitarse la cabeza representan la mayor
suerte, la mayor victoria de nuestra vida.
**
Profunda significación del kesa
¿Qué color hay
que elegir por kesa? ¿Qué dimensiones? Cada uno es diferente. El kesa es tan
vasto que se convierte en infinito, muso,
sin forma, aunque tiene una forma rigurosa. Y lo mismo en su calidad.
Ya he
explicado que el kesa no es cuantificable ni calificable. Hay un color, pero no
es un verdadero color. No hay límite. Nuestra civilización occidental, nuestra
educación, lo quiere limitar siempre. Tesis, antítesis, síntesis. Hace
categorías. Por ejemplo: esto es rojo, amarillo, azul ... Para el kesa esto no
es posible. Su color no es ni rojo, ni blanco, ni negro, ni azul. Particularmente,
siempre oscuro, ilimitado. El hábito de Bodhidharma era de una mezcla oscura de
verde y negro.
Dai sai gedap-puku, oh gran hábito del satori!
Muso: mu,
"no"; so,
"aspecto". Muso: "no
aspecto"
Si se corta un
vestido, su longitud y anchura variarán según el tamaño de cada uno, incluso al
centímetro. Si es demasiado largo, no va bien. Para un kesa, un centímetro de
más no es demasiado importante. Pero seguir la regla que detalla las
proporciones del conjunto es esencial. Se mide por lo que indica del codo al brazo.
La anchura del kesa debe tener alrededor de tres codos, la longitud cinco, y
ambos lados deben ser rigurosamente semejantes. El color también es muy
importante. En la época moderna se emplea el azul, el verde ... de acuerdo,
pero elegid siempre un color oscuro y no un color claro. Limitado, pero
ilimitado.
**
La manera de hacer el kesa
Por lo que se
refiere a la calidad del tejido, elegid preferentemente trapos. Si son difíciles
de obtener, utilizad un tejido flexible, de fibra muy fina. De algodón, si es
posible, o de seda o lino. Estos son los mejores materiales. No obstante, para
ciertos países donde no tienen ni algodón, ni seda, ni lino, Buda autoriza la
lana. Yo uso en mi cuarto un kesa de lana que una mujer muy amable me cosió.
El color del
kesa es importante. No se debe usar el rojo. El kesa debe estar teñido de color
oscuro.
Kesa, kāsayā, en sánscrito, significa color
oscuro, mezclado, roto. No es un color puro. Se puede utilizar el negro, el
gris, el verde oscuro, el marrón, el azul oscuro... el Buda vestía siempre un
kesa del color de su piel. Yo los llevo semejantes.
Los colores
que mis discípulos usan son los tradicionales. Los europeos tienen tintes más
claros que los japoneses o los chinos, pero no es posible emplear un rosa. Yo
no puedo decir qué color debe tener vuestro kesa. El transmitido por
Bodhidharma, en algodón, era verdinegro.
"A través de Mahakashyapa hubo veintidós ocho
generaciones, desde el Buda Shakyamuni hasta Bodhidharma y Eno, el sexto
patriarca por el cual esta transmisión ha continuado. De patriarca a patriarca
han sido transmitidos la calidad y el color. Ninguna otra escuela ha podido
tener esta sucesión".
Más adelante
Dōgen añade:
"Hay tres
tipos diferentes de kesa:
1- Funzo e: kesa hecho con la ayuda de
trapos viejos, de tejidos usados.
2- Seihei e: kesa hecho a partir de plumón
de aves.
3- Nohei e: kesa hecho de paños confeccionados
con parches de tela cosida".
Hay un mondo entre el Buda Shakyamuni y Upali
sobre las diversas clases de kesa:
"Upali, un discípulo del Buda, que respetaba
profundamente los kai (27) como
reglas de la Sangha, le preguntó:
- Gran Maestro, ¿qué es el gran kesa? ¿Cuántas
bandas debe tener?
- El gran kesa debe tener nueve bandas, Kujo e, pero también puede tener once,
trece, quince, diecisiete, veintiuna, veintitrés, veinticinco bandas... "
Yo tengo dos
grandes kesa de veinticinco bandas: el que Kodo Sawaki dio al padre de Narita
Roshi (28), y el de Seikyu-ji (29). Yo he recibido unos grandes méritos de
estos dos Kesas.
"Para los Kesas de nueve, once y trece
bandas, cada banda está constituida por una pieza larga y dos cortas. En los Kesas
de quince, diecisiete, diecinueve bandas, hay tres largas y una corta. En los kesas
de veintiuna, veintitrés, y veinticinco bandas, los más elevados, en cada banda
hay cuatro piezas largas y cuatro cortas. Si son hechos de manera diferente,
son erróneos, no son verdaderos kesas ".
"Upali continuó:
- Gran maestro, enséñame los diferentes tipos de
gran kesa.
- Hay tres tipos: el kesa de gran clase, el kesa
grande; el de media clase, el kesa medio; y el de pequeña clase, el kesa
pequeño. El de gran clase, sogyari,
tiene una altura de tres codos [el codo era contado con el puño cerrado o la
mano abierta, según el caso]".
Es posible de
coser kesas más o menos largos según el tamaño o la edad. El kesa de gran clase
se lleva en las ceremonias.
"El kesa de clase pequeña mide dos codos y
medio de alto, y cuatro y medio de largo".
Este último se
lleva durante el samu, para pedir limosna, para viajar o para pasear.
"Un kesa de clase media se encuentra
justamente entre estas dos medidas".
Upali preguntó todavía al Buda:
- Querido maestro, el kesa de clase media, ¿de
cuántas bandas se debe componer?
- El uttaraso,
el kesa de clase media, debe tener siete bandas".
Cada banda
contiene varias piezas, dankaku, que
son de varios tipos: largas o cortas, tanto para el uttaraso, el gran kesa de siete bandas, como por el de nueve
bandas.
"Cada parte está constituida por nicho itan, dos piezas largas y una de corta".
“Upali continuó:
- Oh, maestro mío, Buda, ¿cuántos tipos de kesa de
siete bandas existen?
- Tres tipos: el grande, el medio y el pequeño. El
mayor tiene una altura de tres codos y una longitud de cinco. Para el pequeño
se cuenta una medida más pequeña que el codo, el medio se sitúa entre estos
dos.
- Gran maestro, háblame de las medidas del gojo e, el kesa de cinco bandas, el
rakusu.
- Cada banda de gojo e tiene una pieza larga y una de corta. Este kesa es similar
para las tres clases. La altura mide tres codos, y cinco de largo. Y aún hay
dos tipos de kesa de cinco bandas que tienen por medida, respectivamente;
altura, dos codos, longitud, cinco; altura, dos codos, longitud, cuatro codos. Sogyari es un kesa de gran clase con un
dobladillo interior. Se lleva para ir a palacio, dar grandes conferencias y
para hacer zazén".
Un gran kesa
tiene generalmente más de nueve bandas. Puede tener sesenta bandas, no está
limitado sólo a veinticinco.
"Uttaraso:
el kesa de siete bandas, de clase media, se lleva en los templos y en las
ceremonias cotidianas. El kesa de cinco bandas, samu e se lleva durante el samu".
Aquí, sin
embargo, la mayor parte de vosotros vestís justamente el rakusu en zazén.
**
Modo de coser el kesa
El modo de
coser el kesa está descrita en el Shōbogenzō de esta manera:
"Hay cuatro métodos para hacer un kesa:
1- Katsu e,
esto es el ensamblaje de las piezas cortadas para formar las bandas.
2- Chyo e,
el ensamblaje de las bandas y del cuadro sobre una gran pieza de tela que forma
la base del kesa.
3- Shoyo e,
consiste en doblar y coser sobre los dobleces.
4- Man e,
es una pieza de tela sin cortes, sin bandas".
Este último es
un kesa formado por una única pieza de tela sobre la que sólo hay cosido un
cuadro con tres hileras de puntos. Este es el más simple de los kesas. Los que
no quieren coser pueden hacerse con una gran pieza de tela y coserla así. Un
bodhisattva o un discípulo lo puede vestir, pero no lo puede llevar en las
ceremonias.
Incluso para
coser un man e hay que utilizar kaeshi bari (kae: retroceder; bari,
aguja): clavar la aguja, sacarla y pasarla hacia atrás. Si no se emplea este
método no es un verdadero kesa. Coser a máquina no es verdaderamente auténtico.
La esencia del kesa reside en la manera de coserlo, y en el color del tejido.
Hacer un
verdadero funzo e, sin embargo, exige
mucho trabajo. El hermoso kesa que me han cosido mis discípulos necesita de
tres a seis meses. Pero si coséis un kesa, en lo posible hacedlo en breve
tiempo. Concentraros en él. El kesa no es un traje ordinario. Hay que
concentrarse en él y creer en el kesa, punto por punto. El estado de espíritu
es el mismo que en zazén, hishiryo
(30). Cosiendo el kesa, inconscientemente, naturalmente, automáticamente, vuestro
espíritu se concentra. El kesa es el secreto del Zen Mahayana.
El kesa es un
símbolo importante en el mundo material de los deseos. Antiguamente, en China,
los emperadores, los príncipes, todos, vestían el kesa. Todo el mundo lo puede
llevar. En Japón, los samuráis lo llevaban a la batalla. Para ellos era como
una coraza. Después, los generales emplearon el rakusu, ya que el gran kesa no
era práctico. En los tiempos antiguos, en Japón, el príncipe Shotoku (31) ("virtudes
santas") fue el primero en introducir el budismo de China. Vestía un kesa
de veinticinco bandas y daba conferencias sobre los temas del Sutra del Loto y
los shomon (32). De los cielos cayó
entonces la flor-tesoro, y el budismo Mahayana se extendió por Japón.
En la época
actual, la mayor parte de los monjes budistas tienen Kesas erróneos en lo que
se refiere a la calidad, color o el número de piezas. Pero sea como sea, el
kesa ha convertido en el símbolo del budismo y de todos los que han recibido la
ordenación. Hoy en día todavía es el símbolo del monje en Tailandia, India, Sri
Lanka, Vietnam... es el símbolo del budismo Mahayana y Hinayana.
**
Modo de lavar el kesa
En la época
actual, el modo de limpiarlo es diferente al antiguo. Sin embargo, mientras sea
posible, es importante lavar el kesa uno mismo, y si lo hace alguien, debe ser
una monja, un monje o un amigo íntimo. Antes se utilizaba agua perfumada con
las mismas esencias que el incienso. Se le sumergía, sin doblarlo, en esta
agua. En la ceremonia de ordenación, los monjes tenían que lavar también su
cuerpo con agua caliente perfumada.
Los perfumes
chinos, japoneses o indios, hechos a partir de corteza de árboles, son los
mejores. En Europa es posible también utilizar lavanda, pero los perfumes
utilizados por los templos japoneses son los preferibles.
"Dejar en remojo durante dos horas en agua
caliente perfumada y sin frotar. Si el kesa está muy sucio, se le puede lavar
con agua caliente mezclada con cenizas. Cuando esta agua se ha enfriado, se le
limpia varias veces con agua clara tibia. Después se cuelga de una barra de
bambú limpio.
Si lo laváis, hacedlo respetuosamente, sin
frotarlo ni con las manos ni los pies. Repasarlo, plegar-lo de manera exacta, y
ponerlo en un lugar elevado o ante el Buda. Quemar incienso, o shoko, y ofreced unas flores".
El kesa es el objeto
más digno de respeto. Girad a su alrededor tres veces por la derecha y hacedle sampai (tres, seis o nueve pai). Cuando yo os doy el kesa, la
actitud justa es la de hacer sampai
por este kesa. En casa, cuando tengáis tiempo, llevándolo puesto o antes de
sacarlo, haced tres, seis o nueve pai.
La mayor parte de las personas, sin embargo, no hacen estas prosternaciones. Yo
tengo muchos kesas, y los guardo en un armario de mi cuarto. Es muy bonito. A
veces les pongo incienso y hago sampai.
"Aunque uno se equivoque, los méritos del
kesa aparecerán en un futuro. Aunque sólo se vista el kesa una vez, o se le
toque o frote ligeramente con un pie, los méritos aparecerán".
Después de
haber hecho tres, seis o nueve pai, os
sentáis sobre las rodillas, a la japonesa, y en gasshó con el kesa puesto sobre
la cabeza. O bien lo levantáis con ambas manos a la altura de los ojos y cantáis
tres veces los Versos del Kesa, si es posible. Después, ponéroslo, o guardarlo
en un armario o en un lugar elevado.
**
Los diez méritos del kesa
Voy a tratar
ahora de los textos que hablan propiamente de los méritos del kesa. Estos
textos están constituidos por lo esencial de los sutras escritos por los
discípulos del Buda Shakyamuni, donde se explica como el Buda detalla al monje Chiko
(33) los méritos del kesa. El Buda consideraba unos diez méritos menores, para
personas de preparación elemental, y otros diez que él estimaba como los más
elevados, y de los que desvelaba su profundidad a sus discípulos más destacados.
"El Buda Shakyamuni, dirigiéndose al monje
Chiko, le habló así:
"El kesa contiene diez espléndidas virtudes
de las que resultan los siguientes maravillosos méritos: el kesa cubre
completamente el cuerpo y, por el sentimiento de pudor que inspira, ofrece
templanza a los temerarios y resuelve las dudas de los tímidos. Engendra el
espíritu de la confesión, y hace que sea fácil la práctica de las buenas
acciones y de la Vía del Buda".
Hay un sentido
perdido en nuestros: el sentido del pudor. No tiene nada que ver con el
nudismo, que puede ser bien púdico, sino en la actitud del hombre: su manera de
llevar el hábito, la forma del vestido, revela pudor o impudor, e inspiran
respeto o no. Esta noción ha sido tenida siempre como importante para el
budismo, donde los monjes deben vestir el gran kesa, el cual debe tapar todo el
bajo vientre y bajar hasta las rodillas. En la secta Nembutsu (34), el rakusu
es muy largo, pero no es bonito.
"El kesa permite protegerse del frío y del
calor, de los insectos y los animales, de las mordeduras venenosas de las
serpientes. Los animales feroces no se atreven a acercarse, y el mismo diablo
resto tranquilo. También se puede hacer Zazén pacíficamente. Este es el segundo
mérito.
El tercer mérito se expresa a través de la
revelación del monje que lleva el kesa como monje auténtico. El kesa determina
el verdadero carácter religioso".
En Europa
también se encuentra este característico rasgo como propio de los sabios y de
los religiosos. Las imágenes de Cristo, de Sócrates y de todos los sabios y
santos son mostradas siempre con grandes mantos o vestidos con ropa larga. El
hábito largo o el manto siempre han sido símbolo de sabiduría, de amor, de
compasión y de paz. Vestidos así, los religiosos siempre inspiran respeto,
reflexión y simpatía a los que se cruzan en su camino, y de que son aptos para
acabar con el espíritu del mal.
"El kesa es el símbolo de la religión, de la
Vía del Buda, que salva todos los seres sensibles. Los cielos se abren a los
que respetan y tienen fe en el valor del kesa. Este es el cuarto mérito.
El quinto mérito se refiere a los crímenes de la
humanidad. Si comprendemos íntimamente que el kesa materializa la esencia de la
Vía del Buda, nosotros tenemos entonces en nuestro poder la capacidad de borrar
todos los crímenes de la multitud de seres sensibles, y de engendrar en su seno
la dicha y de multiplicar la buena fortuna.
Por su color, el kesa tiene el poder de librarnos
de las codicias engendradas por los cinco sentidos. El color neutro del kesa
constituye su sexto mérito; color ocre de la tierra o color de la piel del
Buda.
Como vestido puro testimoniado por el Buda, el kesa
en sí mismo es el verdadero cuerpo del Buda. Es su séptimo mérito: hace feliz y
corta los bonnō por mucho tiempo.
Llevar el kesa nos ayuda a respetar los Diez
Preceptos (35). Es su octavo mérito. Inconscientemente, naturalmente,
automáticamente, los Diez Preceptos no serán violados, y será sellada la
armonía con la ley dhármica.
El kesa simboliza los arrozales. Es su noveno
mérito. Expresa abundancia, el alimento para siempre que provee al hombre de lo
necesario y cultiva la vía del bodhisattva.
El kesa es una coraza. La envenenada flecha de los
bonnō no puede llegar al cuerpo del hombre. Es el décimo mérito del kesa.
Así, querido Chiko, por estos diez méritos, cuando
todos los budas, los engaku, los shomon, los sabios y todos los santos de
los tres mundos, y los monjes, visten este hábito, cada uno de ellos puede
tomar naturalmente lugar en el trono -tesoro del satori. Y por este kesa verdadero, espada de sabiduría, pueden ser
vencidos todos los demonios de los bonnō, y entrar en el reino de la libertad del
perfecto nirvana".
Después, el
Buda Shakyamuni sigue con un largo poema sobre las diez virtudes insuperables
del kesa. Dedica este poema a Chiko, explicándole que estas diez virtudes son
de un valor más profundo que los diez méritos antes mencionados.
**
Las diez virtudes del kesa
"Por favor, escucha mi enseñanza sobre el
kesa del campo dichoso. El kesa tiene diez méritos espléndidos y diez
beneficios:
La ropa ordinaria que se lleva en la vida social
hace crecer nuestros bonnō, pero el kesa del Buda es distinto al vestido
ordinario. Ahuyenta las prácticas engorrosas de la vida cotidiana.
El kesa permite mirar al interior de nuestro
espíritu, de reflexionar, y nos hace progresar. Así mismo, es el espléndido
campo gozoso que nos provee de una suerte infinita.
Puede alejar de nosotros el frío y el calor, los
venenos y los demonios. Cuando se le viste, protege el espíritu y el cuerpo.
Incluso aleja las enfermedades y se reencuentra la salud, los bonnō disminuyen. Así, el espíritu que busca la Vía se fortalece cada vez más y
logra gedatsu, el satori.
Si se viste este kesa, se realiza verdaderamente
el aspecto del monje, el aspecto del bodhisattva, el aspecto del Buda, el
aspecto santo, la figura santa. Y se desprende una dignidad infinita. El
espíritu se aleja de los apegos y de los deseos e, incluso, si todavía se sufre
algún apego, se ve como éste merma rápidamente mientras se reencuentra la
condición normal.
Por las virtudes del kesa se cortan los Go ken, los Cinco Prejuicios, las
doctrinas erróneas, falacias, los cinco puntos de vista erróneos contrarios a
la enseñanza del Buda [drishti, en
sánscrito]".
**
Los Go ken, los
cinco prejuicios
Shinken, la creencia errónea en una personalidad
real. El ken del cuerpo que no puede comprender muga, el no-Yo, no-noúmeno. Yo digo siempre que, en nuestro cuerpo,
en nuestro espíritu, no hay sustancia. ¿Qué es el Yo? Existe, pero no hay
noúmeno (36). Sin embargo, la mayor parte de las personas se aferran a este Yo.
Están siempre en contradicción, en dualidad. Vosotros y yo ... Si no hay
vosotros, el Yo no es necesario. En zazén se está solo, no hay nadie. "Estoy muy contento con vosotros", y
a veces "no te quiero abrazar, no te
quiero" ... aunque existimos, no tenemos noúmeno. Ken significa a veces "apego". Shinken es un apego excesivo al cuerpo.
Henken, el error de tener puntos de vista extremos, el dualismo, el apego a los
aspectos contrarios. Algunos no sólo experimentan un apego al Yo en esta vida,
sino también después de la muerte. Experimentan muchos deseos. Esta vida les es
insuficiente y, por tanto, piensan vivir eternamente después de muertos. "¡Iré al Paraíso!", es un apego
excesivo al Yo. Hay quien se suicida. Este mundo no está bien, el otro es
mejor, tengo que irme rápidamente. Esto refleja un apego excesivo a la futura
vida.
Algunos no
están apegados, pero temen a la muerte, a lo que hay después de la muerte. O
también la niegan totalmente. "No
hay Paraíso, ni infierno. No hay más que este mundo. No importa nada después de
la muerte". Esto también indica un gran apego. Ser demasiado negativo
o demasiado afirmativo: henken. No
hace falta ni negar ni aferrarse demasiado. El Camino del Medio. A los europeos
les gusta mucho henken. Derecha,
izquierda. En las elecciones hay que decidirse a favor de la derecha o de la
izquierda, y aparece el dualismo que predomina en la civilización moderna.
Finalmente, en todo el mundo la derecha y la izquierda se pelean. No es
necesario aferrarse ni a la derecha ni a la izquierda. Se puede decidir por uno
mismo.
Jaken, los puntos de vista erróneos, el
sectarismo. Henken y jaken son algo similares. Es negar la
causalidad.
Kenjuken, el apego al error. Es aferrarse o creer
en una doctrina errónea, en una religión falsa. El Buda, para agitar al hinduismo
tradicional, hizo aparecer el budismo. Creó una nueva religión. Huyó de la religión
tradicional, demasiado kenjuken, que
abarcaba demasiado kai erróneos. Los kai deben variar según el lugar y el
tiempo. El karma de cada uno es diferente.
Los musulmanes
no comen cerdo. No siempre es necesario dejar de comer inmediatamente carne o
de fumar... pero la droga representa un gran peligro para la civilización
moderna. Buda comió cerdo y se murió a los setenta años. También los brahmanes
lo criticaban. Su actitud era demasiado progresista. No hay que aferrarse a no
comer esto o aquello, o a dormir de esta u otra manera. Es Kenjuken.
Kaigonjuken, apego a las prácticas y a las
observancias erróneas. Ya he hablado de ello. Por ejemplo, en algunas
religiones las mujeres no pueden mostrar su rostro y esconden la cara. Nada de
cerdo, nada de vaca, nada de unagi
[anguila]. Macrobiótica. Vegetarianismo. Para los enfermos es aceptable. Sin
embargo, en la civilización moderna, a menudo no se mira más que un solo lado
de las cosas. No vale la pena aferrarse a ello demasiado, ni de creer demasiado
en algo o formar un fanático.
Los Go ken, los cinco prejuicios o doctrinas
erróneas, son muy importantes. Creer en zazén es mejor. Es el Camino del Medio,
la doctrina de Buda.
**
El kesa, verdadero símbolo del discípulo de Buda
"Después de que el príncipe Shōtoku
introdujera el budismo en Japón y fue venerado el kesa, el emperador Shōmu (37)
también vistió el kesa y recibió la ordenación de bodhisattva. Incluso los
emperadores, príncipes y servidores vistieron el kesa y recibieron la
ordenación. Para el ser humano, vestir el kesa, recibir la ordenación y
practicar zazén es la mayor de las felicidades de la condición humana.
Cuando un laico viste el kesa, tampo, debe estar cosido siguiendo el
método kaeshi bari. Asimismo, los
laicos que visitan un templo deben llevar los tres kesas, un cepillo de dientes
y el agua para limpiarse la boca, unos cuencos y un zagu".
En la época de
Dōgen era necesario preparar todas estas cosas y hacer zazén como los monjes.
Así es la verdadera regla de la transmisión en un dojo.
"Siguiendo la enseñanza transmitida por cada
patriarca, el kesa siempre debe ser cosido siguiendo kaeshi bari, incluso por un laico, un emperador, un ministro o un
samurai".
Todo el mundo
puede vestir el kesa. El sexto patriarca Eno no había recibido la ordenación
cuando era cocinero en el templo de Konin y, aun así, Konin le transmitió el
verdadero kesa.
"El kesa es el verdadero símbolo del Buda. Si
se recibe este kesa, cada día se lo ha de venerar y hacer gasshó. Antes de
vestirlo os lo tenéis que poner encima de la cabeza, hacer gasshó y recitar los
Versos del Kesa".
Vestir el kesa
significa llevar uno mismo la enseñanza del Buda y, como consecuencia, desear
ayudar a todos los seres sensibles.
"Vistiéndolo debemos pensar que uno se
convierte en templo de Buda, un verdadero maestro. Buda dijo: "Si os
afeitáis la cabeza, vestís el kesa y practicáis zazén todos los budas os
protegerán".
**,
Los Versos del Kesa
El maestro
Dōgen finaliza el Kesa Kudoku con sus
impresiones de cuando estuvo en China, en el templo del maestro Nyojō, y de la
emoción que experimentó cuando oyó cantar por primera vez los Versos del Kesa:
"Yo ya había leído anteriormente en los Agama
los preceptos que los monjes deben observar en relación al kesa. Pero nunca me
sentí tan impresionado cuando, a mi alrededor, oí cantar por primera vez estos
versos. Me conmocionó tanto como cuando oí el chasquido del golpe de kyosaku que mi maestro dio a un discípulo
cerca de mí. Ese día hice nueve pai
en la cámara del maestro en shin jin
datsu raku datsu raku shin jin (38).
Yo había estado en numerosos templos de China,
pero nunca había sentido este sutra cantado y enseñado de esta manera. Es
realmente lamentable que mis idas de un lugar a otro me hubieran hecho perder
tanto tiempo. Pero teniendo la suerte maravillosa de sentir recitar aquellos
versos, sentí llenarme de gratitud por Buda y por este buen karma que me era
investido. El solo hecho de oír cantar los versos ya valía la pena el largo
viaje que había hecho, de otra manera no habría tenido la suerte de verlo y de
sentirlo. Tuve la gran suerte de estar sentado cerca de un monje que expresaba
con voz serena, desde el fondo de su pecho, este canto sublime, en una actitud
de calma profunda, las manos respetuosamente en gasshó, y el kesa
cuidadosamente doblado y puesto sobre la cabeza. Todo esto me emocionó
profundamente. Alegría y tristeza, las dos a la vez, invadieron mi ser, y del
fondo de mi corazón brotaron lágrimas que empaparon mi cara y cayeron sobre mi
kesa. En ese momento comprendí y, con total determinación, hice el voto de que
a mi regreso al Japón yo debía ser el digno sucesor del verdadero budismo. Tuve
la fe inquebrantable de poder transmitir la enseñanza justa, y de tener la
compasión verdadera para con todos mis compatriotas. Hice el voto de transmitir
el verdadero kesa, el que fue transmitido de Buda a patriarca, y de patriarca a
patriarca, en una línea ininterrumpida, y de enseñar sus incomparables méritos.
Tuve el profundo anhelo de extender la verdadera enseñanza de zazén y, con el
kesa puesto encima de mi cabeza rasurada, y cantando el Dai sai gedap-puku, transmitir también el verdadero Dharma.
Al cabo de un tiempo, el maestro Nyojō me envió un
verdadero kesa, un kesa que me satisfizo por vida: era el kesa del maestro Fuyō-Dōkai
(39).
¡Oh, todos vosotros que sois mis discípulos! Os lo
ruego, cada vez que vistáis el kesa, no olvidéis nunca de ponerlo primero sobre
vuestra cabeza, ni de tocaros la frente con él tres veces como signo de
profundo respeto, y cantad este sutra maravilloso.
Todos los sutras, todas las palabras del budismo,
toda la enseñanza, el universo entero, y la naturaleza en su diversidad, las
montañas, el océano, los árboles y las flores e, incluso, las piedras, expresan
los méritos del kesa. No es difícil ver o escuchar por todo el mundo una forma,
un color o una cosa que cante el mérito del kesa, pero sentir su contacto
directo, vestirlo, estudiarlo o coserlo, son ocasiones únicas. Es un inmenso
privilegio, un gran mérito de nuestro karma pasado. Si tenéis la experiencia,
aunque sea por un corto momento, por unas horas o por un medio día, guardad
siempre una profunda gratitud.
Durante mi estancia en China, me encontré con muchos
monjes, grandes eruditos que habían estudiado profundamente los sutras y todos
los textos búdicos. Pero no tenían ni kesa ni cuencos, y eso les empequeñeció a
mis ojos a un nivel de personas ordinarias. Su saber no tenía para mí ninguna
consistencia, ningún valor. Me aflige el hecho de que aquellos estuvieran
carentes del más gran tesoro: desconocían el verdadero kesa".
Y el maestro
Dōgen concluye:
"Y vosotros, discípulos y compatriotas míos,
espero que no seáis unos monjes incompletos, y que si vais a tierras lejanas no
olvidéis nunca el kesa".
Me sentí muy
impresionado con la lectura de este texto, sobre todo por esta última frase, en
el momento en el que llegué a Europa. Kodo Sawaki me la había mencionado a
menudo, pero no me llegó nunca tan profundamente hasta que me encontré solo en
París con el kesa que me había legado mi maestro a su muerte. Tuve la impresión
de que Dōgen había escrito esta frase para mí.
Si una sola
persona cree en este kesa, es suficiente para perpetuar su infinito mérito.
Ahora, en Europa, numerosos discípulos cosen y enseñan el verdadero kesa. Mi
misión ha resultado plenamente satisfecha y exitosa, y así continuará
seguramente por mucho tiempo. Posiblemente, este kesa que ha sido cosido por
todas estas mujeres [del Dojo de París] se transmitirá por la eternidad, con el
zazén. También yo os lo pido: no tengáis una fe verdadera en ningún otro objeto
religioso que no sea este kesa. No cometáis un error sobre la esencia de la fe.
Cuando vistáis
el kesa, que antes os pondréis sobre la cabeza, los méritos surgidos de este
acto se realizarán de manera inequívoca en un futuro.
***
NOTAS AL TEXTO
(*) El Shōbogenzō
es el título de la principal obra del maestro Eihei Dōgen, traducido significa
"El Tesoro del Ojo del Verdadero Dharma de Buda".
1- Capítulo 84
del Shōbogenzō.
2- Amitābha,
en sánscrito.
3- Namu Amida
Butsu, mantra emblemático de la escuela budista de la Tierra Pura (jp. Jōdo).
4- Kodo Sawaki
(Japón, 1880-1965), monje budista Zen, profesor universitario y abate de
Antai-ji, maestro de Taisen Deshimaru. Está considerado uno de los grandes
maestros Zen del siglo XX.
5- Gran recopilación
de tratados sobre el Zen y su práctica, escrito por Eihei Dōgen en el siglo
XIII. El Genjo Koan y el Bendowa son dos de sus tratados más
filosóficos y más importantes.
6- En
sánscrito, Nagarjuna (c. 150-c. 250 dC), 14º patriarca budista de la India y
gran filósofo. Fundador de la escuela Madhyamaka. Es célebre por su pensamiento
sobre la vacuidad: "el vacío es la forma, la forma es el vacío".
7- "¡Id, id juntos! Vaya más allá de más allá,
hasta alcanzar la Iluminación última".
8- En chino,
Daman Hongren (601-674), abad del monasterio Huangmei o Hubei (actualmente
Temple Wuzu).
11- En
japonés, siho.
12- En chino,
Shenxi.
13- "País
del sur": se refiere a la parte sur del imperio Tang de China, en un
momento de plena crisis y guerra civil.
14- Mondo:
literalmente "pregunta-respuesta", las preguntas del discípulo y las
respuestas del maestro que tienen lugar en un encuentro.
15- Caoqi
o Cáoxí, en chino.
16- En chino
son los emperadores Xuanzong, Suzong y Daizong, de la dinastía Tang, y que
vivieron en el siglo VIII.
17- Bonnō: aflicciones mentales (sc. Klesha).
Estados no saludables de la mente que vician todas las acciones o son las
causas fundamentales del sufrimiento humano. Las tres principales aflicciones
son la codicia / deseo / anhelo (jp. ton),
la ira / odio (jp. jin), y la ilusión
/ ignorancia / estupidez (jp. chi).
18- Animal
fantástico procedente de la mitología india, mitad humano mitad ave, enemigo de
los nagas (dioses serpientes /
dragones). Aparecen varias veces en cuentos y en la mitología búdica.
19- Tao-hsien
o Daoxian (jp. Dosen), monje budista, maestro de la escuela Tiantai china.
20- La escuela
Ritsu es en China, escuela del Vinaya, y el maestro Ganjin es en chino
Jianzhen.
21- En chino
Daman Hongren, el 31º. Patriarca.
22- Como la función
de la tintura es la de transformar el color, el poema de Dōgen impregna el
cuerpo y el espíritu.
23- Década de
los años 1970-80.
24- Se refiere
al kami Inari, una de las divinidades
sintoístas más célebres, con poderes para curar.
25-Literalmente,
"sólo sentarse".
26- Shanavasa,
en japonés Shōnawashu.
27- Preceptos.
28- Shuyu
Narita (1914 a 2004), antiguo discípulo de Kodo Sawaki, de quien recibió el
siho. Amigo de Deshimaru, fue abad de Toden-ji (prefectura de Akita, Japón).
29- Templo
budista de Japón.
30-
Literalmente "más allá del pensamiento".
31- Príncipe
Shotoku (574-622), introductor del budismo en Japón.
32- Los que
escuchan la enseñanza del Buda y alcanzan la Iluminación, el satori en japonés.
33- Chiko es
el monje budista indio Jnanaprabha ("el que tiene un sabio discernimiento
radiante").
34- Escuela de
la Tierra Pura, en japonés Jōdo.
35- Diez
Preceptos: 1. No matar seres vivos: 2. No robar; 3- No llevar una conducta
sexual incorrecta; 4. No usar palabras falsas; 5. No consumir alcohol ni
drogas; 6. No difamar a los demás; 7. No jactarse de uno mismo y despreciar a
los demás; 8. No ser avaro con el Dharma ni con las cosas materiales; 9. No dar
lugar a la ira; 10. No despreciar los Tres Tesoros.
36- Noúmeno =
la cosa en sí, es decir: la cosa en su existencia pura independientemente de
cualquier representación.
37- Shomu
(701-756).
38- "Cuerpo y espíritu abandonados; abandonando
cuerpo y espíritu".
39- Furong
Daokai, 18º patriarca chino del Zen.
BIBLIOGRAFÍA
Le Livre du
Kesa. Taisen Deshimaru
Editado por la
Asociación Zen Internacional (AZI), París, 1986
No hay comentarios:
Publicar un comentario